Ilustración:
Gonzalo Centurión
martes, 6 de octubre de 2015
Sabiduría China
La sabiduría china se alimenta de drásticas experiencias: El Emperador Ho Tai Ming
extirpaba un ojo por cada victoria y lo incrustaba en su corazón. Su lucidez,
su astucia y su vigilia crecían como sus jardines. Extendió su poder y
conquistó la gloria. No hubo pueblo que no cediera sus pupilas luminosas, sus
planetas imaginarios al destino de ese músculo furioso. Ho Tai Ming enclaustró
a sus pares, deslumbró a las mujeres de la nobleza y mostró a sus guerreros que
a un corazón lleno de ojos nadie lo ve.
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